Viaje al Cabo de la Vela en las AKT 100 y 110
Al llegar a Riohacha ya habíamos cumplido con la primera parte de nuestro objetivo y las motos habían soportado el castigo de los días anteriores, pero todavía faltaba lo más duro de la prueba, llegar hasta el Cabo de la Vela. Este texto hace parte de la Edición impresa #51 del mes de octubre del 2004 Para el tercer día de viaje, la idea era llegar al Cabo de la Vela alrededor de las diez y media de la mañana por lo que nos pegamos una madrugada olímpica; a las cinco estuvimos listos en la puerta del parqueadero para sacar las motos. El hombre que nos atendió, fue quién nos resolvió el misterio de las placas: resulta que ante la