Como cada primero de mes, llegan las noticias con las estadísticas de ventas de motos en Colombia. Este primero de diciembre no fue diferente y sobre el tema hicimos uno de nuestros videos de Noticias De Motos en Un Minuto. Pero hoy queremos hablar de un fenómeno al que nadie parece darle importancia, las motos eléctricas en Colombia que crecen sin control.

¿Motos eléctricas en Colombia, en serio?
Puede que desde la perspectiva de muchos la movilidad eléctrica no despega como para ser un fenómeno, cuando vemos que en el RUNT solo aparecen matriculados 1.090 vehículos eléctricos de dos ruedas, estaríamos de acuerdo. El problema está en otros datos que nos muestran la realidad tras la informalidad.
Esas 1.90 motos eléctricas que circulan hoy en Colombia, con placa, SOAT y manejadas con conductores licenciados, representan el 0.1% del mercado de motocicletas en nuestro país. Frente a una cifra mucho mayor que nos arroja el dato de importaciones.
¿Cuántas motos eléctricas se importan realmente?
Según los registros de comercio exterior, 120.000 vehículos eléctricos de dos ruedas han sido importados al país.
Una cifra enorme, que equivale a más del 10% de las motos matriculadas en Colombia en 2025.
El problema no es la tecnología, sino cómo se comercializan.
La mayoría de esos ciclomotores eléctricos se venden como bicicletas eléctricas, es decir:
- Sin matrícula,
- Sin SOAT,
- Sin revisión técnico-mecánica,
- Y sin exigir licencia de conducción.
Solo unos pocos importadores cumplen con la normativa vigente. La mayoría no.
Una advertencia desde la industria
«Nos preocupa profundamente el crecimiento de la informalidad y la ilegalidad en la comercialización de ciclomotores y pequeñas motos eléctricas. Están ingresando al país bajo subpartidas que no siempre corresponden, se venden como si fueran simples bicicletas eléctricas, pero en la práctica funcionan como vehículos motorizados. Lo más grave es que no se registran, no tienen SOAT ni cumplen con ningún requisito mínimo de seguridad. Hoy nadie sabe cuántas son, dónde están o por dónde circulan, y eso representa un riesgo creciente para la seguridad vial y para los consumidores.»
– Iván García. Director ejecutivo de la Cámara de la Industria de Motocicletas de la ANDI
¿Dónde están y quién las conduce? Nadie sabe
Este es el punto crítico: no hay datos oficiales sobre la ubicación o el uso de estas motos eléctricas.

Quienes defienden el derecho a la movilidad podrían decir que cualquier medio para transportarse es válido. Pero cuando estos vehículos terminan en manos de personas sin formación, sin pericia y sin conocimiento de las normas, el debate deja de ser movilidad y pasa a ser derecho a la vida.
Moverse sí, pero con reglas claras
No es nuevo ver personas que pasan de caminar a conducir de un día para otro. Eso puede ser positivo, siempre y cuando se haga con conocimiento, aprendizaje y una licencia de conducción obtenida tras demostrar habilidades básicas.
No se trata de “darle más dinero al Estado”, se trata de autocuidado.
No es lo mismo moverse conociendo las normas, que lanzarse a las calles “como vacas locas”.
¿Qué pasa si tienes un accidente sin SOAT?
La respuesta es simple y dura:
- No hay atención médica garantizada.
- Si atropellas a alguien, no tienes cómo cubrir los gastos.
- Puedes quedar expuesto a demandas civiles y penales.
Así de vulnerable queda quien usa estas motos eléctricas sin cumplir las normas mínimas.
Un mercado que crece y un riesgo que también aumenta
El 2025 cerrará con más de un millón de motos nuevas en las calles. Si ya sabemos cómo eso afecta la movilidad y la seguridad, es urgente que esas llamadas “bicicletas eléctricas”, ciclomotores o motos eléctricas sin matrícula entren a un marco regulatorio real.
Puede que no sea un tema popular, pero es necesario. Ya vemos las consecuencias en regiones donde las autoridades de tránsito son inexistentes o prefieren mirar hacia otro lado.




