Tamura, este es el nombre de quien concibió una de las más impactantes máquinas de dos ruedas que hayan salido al mercado en los últimos años. La Yamaha MT-01, una motocicleta creada y presentada inicialmente en el Tokyo Motor Show de 1999 como una concept bike; es decir una moto conceptual, un prototipo que asombró a la prensa especializada y cautivó a quienes pudieron verla aquel año. Su segunda y definitiva aparición, para fortuna de muchos, ocurrió en septiembre del año pasado durante el Intermot de Munich, pero en esta ocasión llegó, no como un proyecto sino como una máquina de serie que estará disponible para los mercados de Europa y Oceanía a partir del próximo mes.
Esta máquina de diseño radical, pasó en un par de años de ser una pieza de exhibición a convertirse en un modelo de serie que ha sobrepasado todos los esquemas establecidos.
Una máquina única, surgida probablemente, a partir de un ejercicio libre de diseño en el que la base fue el motor, alrededor del cual se creó este híbrido que mezcla el volumen de una cruiser con las soluciones técnicas de una superbike, sumando a esto las prestaciones y el comportamiento de una naked, obteniendo al final un estilo de motocicleta que no existía.
Su aspecto es sobrecogedor, como si dijera que no necesita a nadie, que va a donde se le antoje y a su ritmo; el motor parece ocuparlo todo, y lo demás, ruedas, manubrio, chasis, se podría decir que están ahí para complementarlo; es cierto, hay un asiento, es para el mortal que oprime el botón del arranque y para su eventual acompañante.
La parte ciclística ha tenido un cuidadoso tratamiento en la MT-01, su chasis esta hecho de aluminio inyectado, tal como el de la R1, y como ésta, equipa un basculante (del mismo material del bastidor) que dispone de los refuerzos ubicados en la parte inferior y no en la superior como sucede tradicionalmente. Las suspensiones también son de herencia deportiva, con una horquilla invertida adelante y mono amortiguador trasero, complementadas con un sistema de frenos idéntico al de la R1: dos discos flotantes de 320mm con pinzas de cuatro pistones y uno trasero de 220mm con pinza de un solo pistón, ambos conjuntos montados en ruedas de aleación ligera del color del chasis.
Con un torque descomunal y una potencia que está toda disponible a menos de 5.000rpm, la MT-01 resulta dócil y salvaje a la vez.
El motor, eje y centro de esta creación, es el mismo que propulsa a la Warrior, una maxi cruiser con exceso de cromo y de kilos. Se trata de un bicilíndrico en V a 48°, 4 tiempos, 1670cc. refrigerado por aire, 4 válvulas por cilindro montadas en la culata, movidas por empujadores y balancines. El motor ha sido modificado para adaptarse a su nueva montura, reemplazando el carácter tranquilo que muestra en la Warrior por uno más agresivo y contundente. Para esto los ingenieros de Yamaha acoplaron una caja filtro con capacidad de 7 litros, aligeraron el cigüeñal en 2 kilos, incorporaron la válvula EXUP al sistema de escape, añadieron una alimentación por inyección electrónica con doble cuerpo de 40mm y llevaron a cabo un proceso de aligeramiento a otros de los componentes como la caja, que vio reducido su tamaño, alcanzando a rebajar 20 kilos en el conjunto motriz. Con estas variaciones, se consiguió llevar la potencia a 90 caballos, con unas cifras impresionantes de torque, que le permiten tener 14,2kgm girando a tan sólo 1.840rpm y su torque máximo de 15,3kgm lo entrega a 3.750rpm. Para hacerse a una idea de lo que esto significa, podemos compararla con la R1 cuyo torque máximo es de 11,2kgm a 10.500rpm, esto da una clara idea del caudal de empuje que ofrece el propulsor de la MT con solo tocar el acelerador.
Esto en la práctica debe traducirse en que la transferencia del empuje del motor a la rueda, se lleve a cabo con “gentileza”, con progresión y mucha, muchísima fuerza en cualquier cambio, consiguiendo así, en palabras de la fábrica, transmitir a sus usuarios el “Kodo” que es la “pulsación” o el “ritmo del alma” en japonés. El Kodo es representado en el Japón por el profundo e intenso sonido de los grandes tambores nipones, que retumba y eriza la piel de quien lo escucha, tal como debe hacerlo el rugido que emana del propulsor de esta MT-01, algo a lo que han prestado especial interés, llegando al punto de ofrecer, para quien quiera modificarlo, tres kit. El primero está compuesto por unos escapes Akrapovic de titanio homologados para uso en la calle; el segundo incluye el sistema completo de escape (no homologado para la calle), en titanio y el computador programado para este nuevo escape; el tercero está compuesto por el kit 2, más las válvulas, los pistones, arboles de levas y el embrague modificados, convirtiendo a esta musculosa máquina en un verdadero misil de dos ruedas.
La MT-01, elegida el año anterior por la Asociación de Diseñadores de la Motocicleta como la “Moto del año”, puede ser la primera de una nueva especie que posiblemente tendrá hermanas en varias cilindradas. Lo que si es seguro es que esta Yamaha dará mucho de que hablar en el futuro, por su fisonomía, por sus componentes, por esa atrevida mezcla de estilos; lo que sí es un hecho hoy, es que tal como hace once años sucedió con el nacimiento de la Ducati Monster, esta MT ha marcado un nuevo punto de partida para los diseñadores, muestra de ello son la Benelli TNT y la última generación de la Triumph Speed Triple que le siguen los pasos muy de cerca.
Texto: DVG – Fotos: www.motociclismo.it
Ficha técnica | Yamaha MT-01 |
Motor
Cilindrada |
V-2, 4T, OHC, 4 válvulas por cilindro, refrigerado por aire 1.670 c.c. 8,36 : 1 90 Hp a 4.750 rpm 15,3 Kgm a 3.750 rpm Inyección electrónica 5 velocidades Telescópica 120 mm Monoamortiguador 117 mm 2 Discos flotantes de 320mm Disco flotante de 267 mm 240 kg. |