Tremenda evolución.
Con las sensaciones de la XR aún frescas en la mente, recibimos una invitación de Ruta 40 para probar su hermana la F 900 R, ofrecimiento que nos llegó como anillo al dedo y que aprovechamos al máximo.
Comenzaré por decir que ambas motos comparten la mayoría de sus componentes, variando tan solo en su diseño, posición de manejo y recorrido de las suspensiones (más cortas en la naked). Pero más allá de eso todo es igual, chasis, motor, electrónica, frenos, ruedas y tablero, pero a pesar de ello las sensaciones cambian bastante desde el momento en que uno se sube, la sola postura, con los pies más altos y retrasados, con el manubrio más pequeño y bajo y con toda la visual libre al frente ya es otro cuento, se siente de inmediato su carácter más deportivo, que nos dice que lo suyo es ir rápido, exprimiendo el caucho al máximo en cada curva. Es como si de entrada me hubiera dicho: si mi hermana te hizo fluir la adrenalina, espera que veas de lo que yo soy capaz.
Y con esto en mente no lo pensé dos veces y me fui directo a buscar buenas carreteras de montaña. No llevaba ni 15 km cuando el agua entró en escena. Una densa capa de nubes no presagiaba muy buen clima en esa mañana, afortunadamente el tiempo de espera bajo el techo de una gasolinera pude aprovecharlo para tomar un café y observarla con calma, confirmando la excelente impresión que me había dado su hermana en cuanto a la calidad de sus acabados, materiales y ensamble. También tuve tiempo para reflexionar un poco sobre su diseño, del que me gustó especialmente el faro, que será el aspecto distintivo predominante, pues su estilo no difiere mucho de las líneas que actualmente predominan en prácticamente todas las naked, pequeñas y grandes, con cubiertas afiladas que se proyectan a los laterales del tanque y siluetas tan esbeltas como sea posible en la parte posterior, pero la “mirada” de ese faro LED, con su luz central que parece observarnos con cierta malicia, si es inconfundible y por ahí será fácil reconocerla.
Cuando la lluvia paró no perdí tiempo para ensayar toda la electrónica en el asfalto mojado, comenzando por el modo “rain” o lluvia, que le quita toda la cafeína al bicilíndrico y lo vuelve manso, suave, perezoso para acelerar. Lo mismo sucede con el ABS que se torna muy sensible y presto a liberar presión ante el más mínimo riesgo de bloqueo en las ruedas. Para mi gusto una configuración excesivamente protectora, pero si la idea es rodar cien por ciento seguros en suelos de menor agarre no se puede cuestionar su eficacia.
Las curvas, preferiblemente las más desafiantes y con asfalto de buena calidad serán el paraíso de quien posea esta naked.
Yo prefiero mantener afilados mis reflejos y el tacto, por lo cual trato de sentir la moto como es y reservar las ayudas para cuando las cosas se ponen realmente difíciles, como cuando una colada de pantano se escurre de la montaña convirtiendo la vía en un jabón y cosas por el estilo, pero en asfalto mojado y limpio, donde no hay tráfico de camiones, si somos suaves con el acelerador, cortamos un poco antes, anticipando las frenadas y aplicando con delicadeza la presión en la mano y pie derecho no hay porque dejar de divertirse, obviamente que también hay que aumentar los márgenes de seguridad, tener todas las antenas enfocadas, no ir pegado a nadie, para tener buena lectura de lo que pasa frente a nosotros y obviamente bajar la velocidad. Y así encontramos una moto que a pesar de tener un motor que acelera muy duro desde medio régimen, tampoco es un animal salvaje, se deja llevar muy bien en mojado con plena potencia usando el modo “Road”, que es el ideal para un uso normal, con un tacto muy agradable del motor y más suavidad la suspensión trasera, pero sin pereza para acelerar. Por cierto, es muy entretenida la opción sport del tablero, que nos muestra en tiempo real los ángulos de inclinación en curva, memorizando los máximos y lo mismo hace con el nivel de accionamiento del control de tracción y el ABS, opción que también tiene la XR y que para mi gusto es lo mejor de la pantalla, sin desconocer la utilidad de toda la información referente al estado de la moto que nos brinda en sus diferentes menús, pero debo admitir que todavía siento nostalgia de los tableros análogos de antes y me cuesta encontrarle el gusto estético a ese rectángulo negro tan insípido en sus formas.
Cuando el sol por fin se dejó ver, el tablero dejó de ser protagonista y pronto estaba disfrutando de la mejor faceta de ella, llamada “Dynamic pro”, un modo extra que se puede agregar o que viene de serie en la versión Dynamic que era la que estaba probando y cuya configuración es para uso en circuito según BMW. Pero a falta de una pista tenía bastantes curvas de las buenas, en una vía de excelente asfalto, de manera que me fui a buscar esa adrenalina prometida, que no tardó en llegar, primero por el sonido que creció en intensidad, con esa nota ronca que al igual que en la XR volvía a recordarme a un V2 italiano, que ya es suficiente estimulo para acelerar el corazón de cualquiera. Pero las mejores sensaciones vinieron con el empuje del bicilíndrico, que pedía espacio para acelerar a fondo y se devoraba en muy poco tiempo cada recta que aparecía ante mis ojos, claro que también estaban los potentes frenos y esa capacidad para trazar las curvas como si en vez de caucho tuviera garras.
No sabría decir qué era mejor en esa sucesión de acciones rivalizando contra la física, si la emoción de aplicar el acelerador a fondo con la moto todavía inclinada al máximo, justo al pasar por el vértice de la curva, confiando en la electrónica que se encargaría de mantener la potencia controlada, mientras la escala del indicador del control de tracción se iba iluminando en el tablero y gradualmente desaparecía cuando la moto recuperaba la vertical y toda la caballería entraba a la rueda trasera sin nada que la contuviera. A partir de ese punto era cuestión de enfocarse en ir subiendo marchas, con o sin embrague, pegado al tanque, disfrutando el sonido que aumentaba y una caja de gran suavidad con relaciones cortas, mientras fijaba mi visión en el punto de entrada de la siguiente curva, porque en un parpadeo estaría aplicando los potentes frenos, acomodando la moto y desplazando el cuerpo hacia el interior de la curva para buscar una buena trazada y al mismo tiempo tratando de ver de reojo el tablero con la curiosidad de saber qué tanto me estaba inclinando.
Hubo un tramo de montaña bastante solitario que lo repetí ¡6 veces! ese día y si no fuera porque la tarde se me terminó hubieran sido más y en cada oportunidad lograba sentir mejor la moto, arañándole metros a cada frenada, inclinando un poquito más a medida que el caucho tomaba temperatura y abriendo antes el acelerador con toda la fe puesta en el control de tracción, que no me hizo pasar ningún susto, al contrario me sacó muchas sonrisas debajo del casco.
El nuevo faro LED será su seña de identidad
¡El tablero es una maravilla!
Con la silla, que es diferente a la de su hermana, no tuve problemas aunque hice tandas de 200km sin parar, me pareció que es justo lo que debe ser en una moto de su estilo, lo necesariamente cómoda y al mismo tiempo lo suficientemente dura para sentir bien lo que pasa en el suelo, además fácil para movernos sobre ella. También me sucede que en motos tan divertidas las sensaciones me anestesian y me enfoco tanto en disfrutar el manejo, la sucesión de aceleraciones, frenadas, curvas, cambios de dirección, que todo eso, junto al excelente sonido, se convierte en la dosis perfecta de una droga que me transporta a otro nivel de placer en dos ruedas, seguro que muchos lo habrán sentido cuando todo va perfecto, la moto, la carretera, el cuerpo y con esta alemana es muy fácil encontrar ese punto de placer que tanto deseamos.
Si hoy me pusieran a escoger entre ambas, me quedaría con la naked sin pensarlo, en unos años posiblemente elegiría la postura más relajada de la XR, de momento me identifico con la sensación más deportiva de la R, que transmite mucho más al piloto, aunque eso implique ir un poco más incómodo y sufrir el golpe directo del viento, que a la larga nos mantendrá a velocidades más razonables.
Para concluir solo me resta decir que BMW dio un salto inmenso si la comparamos con la anterior F 800 R, salvo por el peso que subió 9 kilos, lograron una moto mejor en todos los sentidos, increíblemente fácil de llevar rápido y demasiado segura como su hermana, aunque para mi gusto más divertida, que viene preparada para destacar entre las de su clase e incluso rivalizar con su hermana mayor la R 1250 R y en terrenos de curvas le puede complicar la vida a las deportivas RR de mayor calibre.
Comentarios
- Los puños calefactables son un gran detalle que nunca estará de más.
- Otro buen detalle es el soporte o gato central.
- A cambio de tener una cola muy esbelta como mandan las tendencias actuales, habrá que estar preparados para un baño de agua y tierra en la espalda cada que rodemos en lluvia con ambas motos, y también veremos en la chaqueta algo de grasa de la cadena.
- Destacables las luces LED adaptativas.
- Por un lado es destacable la cantidad de información útil que nos brinda el tablero, pero también es cierto que puede llegar a convertirse en un factor de distracción si nos ponemos a “navegar” en él mientras manejamos.
En contraste con la ausencia de ajustes en la suspensión delantera atrás se tiene lo mejor de la tecnología actual.
A cambio de tener una cola muy esbelta como mandan las tendencias actuales, habrá que estar preparados para un baño de agua y tierra en la espalda