Cuando en nuestra edición #76 de noviembre de 2007 apareció la AKT 200 SM, en esa época fue toda una novedad para el mercado y también para la marca que nunca había incursionado en este segmento y que se aventuraba con una moto de un estilo poco usual para tal cilindrada. Los dejamos con la prueba de la AKT 200 XM.
Nota: esta prueba de la AKT 200 XM corresponde a nuestras ediciones anteriores que hoy compartimos con ustedes y que hacen parte de nuestro material de archivo. Revista #96 de 2010
La Xtreme-Motard de AKT nos dejó ver y sentir todas las mejoras que ha recibido este interesante modelo en su más reciente evolución.
La expectativa inicial por la renovación de esta supermotard llamada ahora XM (Xtreme Motard) era bastante, la moto la vimos inicialmente en fotos y comenzamos por compararla con su antecesora, las nuevas formas de sus plásticos se apreciaron más actualizadas, con un depósito de combustible de este mismo material y que a primera vista no posee las molestas protuberancias en las aletas laterales, las cuales en la versión anterior incomodaban mucho en la parte interna de las piernas. La farola y el carenaje frontal cambian por completo su esquema, mostrando una cara más deportiva y acorde con las tendencias vigentes, la misma suerte corre el guardabarro delantero que es de nueva factura y con unas bien posicionadas branquias en su parte trasera. Cabe destacar las nuevas direccionales que iluminan también por su parte posterior para hacerlas visibles por dicha zona, un detalle de seguridad que deberían tener todas las motos.
El nuevo tablero puede presumir de tener un estilo muy deportivo y coherente con el esquema general de la moto, una esfera de fondo blanco nos muestra las rpm en forma análoga, mientras una pantalla digital contiene el velocímetro, el reloj horario, odómetro total y un parcial y si a todo esto le sumamos lo que se conoce como un “shift Light” o testigo luminoso que nos avisa cuando debemos poner otro cambio o soltar el acelerador por que hemos llegado a la línea de peligro en las revoluciones del motor, tendremos un cuadro de instrumentos de lo más racing que podamos encontrar actualmente en esta gama, tanto por la calidad de información ofrecida como por lo compacto de su forma, aunque en posición de manejo la manguera del freno delantero se sitúa justo en medio de nuestro campo de visión para este elemento.
Arriba se aprecian los dos discos en flor, que aportan al «look» y a la seguridad
Los vientos de cambio acariciaron también a los frenos de disco de ambos trenes que ahora son lobulados o en “flor” como los denominan en AKT, aportando mucho al “look” deportivo que impregna toda la XM. Su conjunto de transmisión final (kit de arrastre) es ahora de paso 520, antes 428, para hacerlo más confiable y duradero y si se observa detenidamente se verán también cambios en la tijera que ahora es de estructura diferente para hacerla más rígida.
Por otro lado, las tapas laterales del motor presentan una apariencia más sobria a lo que contribuye la pintura en acabado mate. Pero internamente sigue siendo igual al anterior, con 194cc, 2 válvulas y distribución por botadores, una configuración que da prioridad a la confiabilidad por encima del desempeño.
Con nosotros
La 200 XM estuvo en nuestras manos por más de 1.500 kilómetros, recorriendo todo tipo de terrenos, en solitario y con pasajero, las sensaciones percibidas durante todo este tiempo nos sintonizaron con una moto que cumple para todo y que recurre con regularidad al factor diversión para dejar saber a su piloto que la vida no es solo manejar, es también disfrutar haciéndolo.
En solitario, esta AKT se torna un poco seca de suspensiones, aunque esto contribuye a su estabilidad general y al parecer los ingenieros de la marca las calibraron más para rodar con parrillero, porque en esta situación se muestran suaves y progresivas haciendo la moto más agradable, sobretodo en carretera, colaborando entonces con la acogida del segundo a bordo, que dispone además de un asiento amplio y mullido y de una correcta ubicación de los calapies.
El nuevo tablero le da un toque «racing» a la XM, con su esfera de fondo blanco para las RPM y la pantalla digital
Los viajes cortos en plan de visitar pueblos y recorrer variados caminos se muestran ideales para esta AKT, su motor responde con alegría hasta las 8.500rpm y tiene los arrestos suficientes para sacarnos de cualquier apuro, para facilitarnos los adelantamientos y llevarnos tranquilamente al destino escogido. En tramos de curvas sale a relucir una característica muy particular y es que la moto es muy sensible a cualquier insinuación que hagamos sobre el manubrio, por muy leve que esta sea. Esto es el resultado de una geometría de dirección bastante radical, sumada a un manubrio más ancho de lo usual y a una rueda delantera de 17 pulgadas. Al principio es extraño y puede costar un poco acostumbrarse a la forma en que la moto se mueve ante el mínimo movimiento del cuerpo, pero con los kilómetros se va uno acoplando y al final resulta muy divertido, sobretodo en los tramos más revirados donde las curvas se enlazan de forma sucesiva una tras otra, ahí es donde la 200 XM saca a relucir su faceta supermotard y donde más se disfruta su estilo. También, gracias a una correcta estabilidad en curvas que mantiene la moto por la línea que le marquemos, aunque el chasis tiene sus límites y por arriba de 80km/h ya se dejan sentir algunos movimientos. Por cierto que a medida que vamos inclinando notaremos que es conveniente tener “escondidas” las puntas de los zapatos, de lo contrario serán fácilmente arrastrados debido la escasa altura de los calapies delanteros.
No importa desde qué ángulo la miremos, la supermotard de AKT es una moto que sobresale gracias a su diseño.
La ciudad es uno de los ámbitos preferidos de esta 200 XM, su maniobrabilidad sumada al buen torque de su motor y a la suavidad de todos los controles, en especial de la caja de cambios, hacen de ella la compañera perfecta para lograr “nadar” entre el denso tráfico durante jornadas enteras con toda comodidad y sin castigar demasiado el bolsillo, gracias a un motor que en nuestras manos fue capaz de rodar 115km con cada galón de combustible, pero sin dejar de disfrutar de su aceleración en ningún momento. El punto negativo viene del ancho manubrio, que nos restringe el paso por lugares estrechos o entre los autos cuando están detenidos y también se dificultan algunas maniobras en espacios pequeños por su limitado ángulo de dirección que es consecuencia de sus gruesas barras invertidas, pero esto no logra opacar su buen comportamiento en la ciudad.
También puede verse el asiento, que ha recibido mejoras en su diseño para ofrecer mayor confort a sus ocupantes.
El motor no cambia internamente, pero sí se ha mejorado su
aspecto exterior con nuevas tapas y pintura mate.
Diversión con compromiso
La relación con una moto siempre se da en términos de que tanto nos sirve para desplazarnos y a que precio, pero también en la manera en que disfrutamos con ella dependiendo de sus características, la combinación de ambos factores es un plus en las ventajas que puede ofrecernos. Por ello con esta AKT también nos dimos a la tarea de rodar por una de las tantas carreteras antioqueñas que parecen diseñadas específicamente para las supermotard, con asfaltos regulares, zonas de tierra e infinidad de curvas de todos los calibres para así descubrir y gozar con sus ventajas de tipo dinámico.
Cuando necesitamos una comunión moto-piloto, nada más placentero que montar en solitario y a estas labores nos dedicamos durante varias salidas, fue ahí cuando aprendimos a conocer profundamente a la 200 XM y entonces comenzamos realmente a disfrutarla. Mientras más curvas tenga la vía, las sensaciones aumentaran proporcionalmente, esta supermotard se percibe como una moto liviana y fácil de llevar, con un buen agarre de sus ruedas, sin embargo en mojado esta condición se reduce drásticamente y debemos manejar con sumo cuidado. Obviamente el motor no es tan potente como para poder realizar las maniobras típicas de este estilo de moto, tales como derrapes “eternos” o levantadas de rueda a la salida de las curvas, pero cumple con su cuota de alegría para lograr un manejo placentero. Sin embargo su tamaño, peso y desempeño son características que la dejan en capacidad de poner en apuros a motos de mayor cilindrada y prestaciones al momento de rodar por nuestras sinuosas y abundantes carreteras de montaña.
En carreteras de curvas es donde la 200 XM muestra su mejor faceta, un terreno donde la diversión estará garantizada.
Desde la 200SM en 2007 se generó un desarrollo constante hasta llegar al resultado que ahora ocupa estas líneas. La 200 XM es la encargada de revelar los esfuerzos de AKT para seguir proponiendo una moto divertida, ágil, económica, con un desempeño que no envidie a ninguna de su cilindrada y que además posea un gran impacto visual, para seguir trazando el camino correcto hacia una evolución que ya era necesaria.
Esta AKT muestra un compromiso importante entre diversión, transporte y trabajo, en cualquiera de estos aspectos cumple con buena calificación y por el precio al que se ofrece sería imposible pedirle más a una moto de esta cilindrada y características.