Este será el espacio de una muchacha que cuenta las historias de otras mujeres arriba de sus motocicletas. Aquí se verán reflejados los triunfos, batallas, dichas, pensamientos y vivencias de esas muchachas que han hecho un trato con sus miedos y han salido a comerse el mundo.
Hoy cumplo cuatro años de haber colgado mi chaqueta, guantes y casco para subirme a la aventura de ser mamá, pasé de viajar en motocicleta por Colombia y Ecuador con mi gata Akira a manejar un cochecito con el tesoro más grande adentro, mi hijo; de cambiar aceites, hacer cuentas del precio de la gasolina a cambiar pañales y llevar la cuenta de las vacunas y el número de controles con el pediatra; de contar historias sobre cada uno de los lugares a los que he ido a contar cuentos de dinosaurios aguerridos, amistosos y algo graciosos.
Pero como reza el dicho: Yo salí del mundo de las motos, pero él nunca salió de mí. Así que a partir de hoy quiero contar los relatos de esas muchachas rebeldes, apasionadas, fuertes, berracas, expertas y resilientes que hacen historia montadas en una motocicleta. Acompáñame en esta nueva aventura e inspirémonos con estas valientes mujeres.
Karol Jiménez. Periodista. Madre de una gata motoviajera y un pequeño explorador. Blogger en @Mochigata
Mujeres en Motocicleta
Cali 19 de enero del 2020
Sueña con llegar a Ushuaia, Argentina
Estar en esos lugares que solo ve en fotografias.
Quiere conocer gente.
Dejar de viajar en moto solamente del trabajo a la casa, es lo que más desea.
Por eso, un día le monta dos alforjas a su motocicleta, se sube y arranca.
Lleva muchas cosas en su equipaje, en su mayoría ropa.
Pero también lleva repuestos para la moto y herramientas.
Pronto aprenderá que no necesita tanta ropa, pero un kit de despinche y un inflador de llanta, eso sí que es indispensable para cuando se averie, cosa que sucederá.
Su cuerpo se llena de sentimientos encontrados.
Siente felicidad, angustia, emoción, culpa, regocijo.
Una voz en su cabeza le pregunta «Por qué haces esto?», «Vas a extrañar tu trabajo, amigos y familia» .
Pero otra voz le dice: «jamás te arrepientas, vete y no vuelvas aún».
La mujer y su motocicleta cruzan su primer frontera: Bienvenidos a Ecuador cita el letrero.
Visitar este país por primera vez y encontrar un mundo totalmente diferente a su vida cotidiana la motiva para seguir el camino.
Su meta es El Fin del Mundo, el extremo más austral de Sudamérica.
Conduce durante dias por la costa del continente suramericano, quiere llegar pronto al Archipielago de Tierra del Fuego en Argentina.
Al principio la muchacha no viaja sola, tiene un compañero. Pero luego su situación cambia y decide enfrentar su más grande miedo: recorrer Suramérica sola.
No le teme a nada ahora. Es libre, es fuerte, aprende de los errores, es independiente, ha crecido.
Dulces sueños
Por las noches duerme en una cómoda cama, a veces en una colchoneta en el piso, en otras ocasiones en un refugio con muchas personas o en un lugar completamente sola.
Una noche acampa en las Salinas Grandes de Jujuy en Argentina y contempla el cielo más estrellado que ha podido ver en su vida.
Sobre la mujer las estrellas brillan como si estuvieran bailando y ve una que otra estrella fugaz.
En su primer pais: Ecuador, llega a una playa escondida.
La arena es negra con chispas doradas.
Se quita las botas, cierra los ojos y corre en la orilla del mar mientras su pies se cubren completamente. Siente la magia. Quiere repetir este momento tantas veces pueda.
Unos niños la ven y corren al lado de su motocicleta. Le piden les saque fotos cerca a los peluches que la muchacha lleva. La admiran.
Los adultos hacen llover sobre ella siempre las mismas preguntas
Viajas sola?
No te da miedo?
Por qué viajas sola?
Dónde está tu novio?
Seguro tienes mucho dinero o tus papas te mantienen
De donde sacas el dinero?
Ella sonrie.
Paso de fronteras
En la frontera entre Ecuador y Perú, un gran cartel le vuelve a dar la bienvenida.
A la mujer no le gusta el paso de fronteras.
Le estresa el papeleo y teme olvidar algún documento.
Pero eso no evita que llore de emoción adentro de su casco con el paso a un nuevo país y por cada kilómetro que avanza.
Su primer pasó fronterizo fue hermoso. Sintió que estaba dejando atras la comodidad para adentrarse a lo desconocido, la aventura.
Lugares soñados
Se enamoró del contraste de las dunas de arena con el oasis de la Huacachina en Perú.
Fue el mismo sentimiento que tuvo al conocer Baños de Agua Santa con sus cascadas rodeando la ciudad en Ecuador.
E igual sentir que viviría mas adelante al adentrarse en las Cuevas de Mármol y la Capilla de Mármol en La Carretera Austral de Chile, la zona de Jujuy y Salta en Argentina, las Cataratas de Iguzu en Brasil y el Salto Monday en Paraguay.
En este último mientras contempla la caida de agua, ve y escucha hipnotizada esta maravilla de la naturaleza.
Mira las montañas que la rodeaban y la hacen sentir tan pequeña pero en total paz. El ambiente es caluroso y humedo, pero la refresca la cercanía a la cascada.
Motocicleta averiada
La motocicleta se averia, necesita ser reparada, la mujer no sabe mucho de mecánica, pero se da cuenta que se cortó el cable del acelerador. No tiene un repuesto, está a cientos de kilometros de distancia de alguna población. En plena pampa argentina solo ve carretera.
Ese día viaja con otra muchacha que también va en su propia motocicleta y tiene un repuesto pero ninguna de las dos saben cómo arreglarlo.
La dueña del repuesto va a buscar ayuda, nuestra protagonista ahora está sola, pero es valiente e ingeniosa y antes que llegue la ayuda revisa y soluciona el problema.
Se siente feliz de llevar esa vida. Se siente orgullosa de callar las bocas que dijeron que no iba a poder hacer ese viaje por ser una mujer.
Caída
Quiere atravesar la emblematica Ruta 40 de Argentina.
Va camino al kilómetro Cero conduciendo en el ripio, en carretera destapada, va muy rápido, resbala en varias ocasiones, pero no cae.
A veces es divertido, a veces no.
Finalmente pierde el control de la motocicleta, cae y se daña dos ligamentos del pie izquierdo.
Debe permanecer mes y medio inmóvil.
El camino
Cuando entra a Tierra del Fuego, muy cerca de su meta, queda atrapada por una tormenta de viento con ráfagas que superaban los 80 km por hora.
Está aterrada.
Pero es una muchacha valiente y ya ha pasado por momentos más dificiles.
Es consciente que las rutas de Argentina son duras, mucho más al sur del pais, y retadoras por sus condiciones climáticas y por el estado de las vias, casi siempre sin asfaltar.
Lo que le espera al final del camino merece la pena.
De frente a la ciudad de Usuahia y de espalda hacia su historico letrero ubicado a la orilla del mar, solo se oye su aliento y su corazon palpitando fuerte.
Puede que sea el mejor atardecer de su vida.
La gran ciudad está bañada por un cielo completamente rojo!
Viaje de regreso
Emocionada por volver a ver a su familia y amigos, la muchacha regresa a la ciudad que fue su hogar tanto tiempo.
Pero después del viaje su casa es diferente. Ella ya no se siente en su lugar.
La chica vuelve muchísimo más fuerte e independiente y despegada de lo material.
Más delgada, con menos cabello, pero plena.
Su regreso es corto.
Debe volver por su motocicleta a enfrentar otras carreteras.
Ella es feliz.
Sobre Daniela Quintero Pérez
Esta primera historia de mujeres en motocicleta está basada en la vida de Daniela Quintero Pérez quien hoy tiene 29 años.
El 19 de Enero del 2020, dos meses antes de declararse la pandemia del Covid 19, a la edad de 24 años, Daniela dejó su vida en Cali, Valle del Cauca, para viajar. Y así lo ha hecho durante cinco años. A la fecha ha recorrido ocho países de Suramérica, incluyendo Colombia. Aunque nació en Pereira, fue criada en Cali, donde trabajó de manera convencional por última vez como Administradora de un almacén. Ella viaja sola en una TVS Apache 200 modelo 2017.
Puedes seguirla en su instagram
1 Comentarios
Que orgulloso me siento de tener una sobrina que traspasa los límites, que se siente segura consigo misma, que prefirió ser ave en vuelo y no gallina, que transgrede los canones impuestos por estas mal llamadas sociedades democráticas y decide vivir la vida a tope, enfrentando los miedos rutinarios y comprobando cada vez mas que la vida es una y hay que vivirla a tope. felicitaciones Dany. te amo