Si pudiera haber un momento más feliz en la vida del propietario de una moto que el día en que la estrena, seguramente sería cuando recibe la placa azul y blanca que la acredita como antigua o clásica. Así fue nuestro día de veteranas en Medellín.
Y es que son pocos los que tienen tal privilegio, que es un merecido premio a la dedicación, cuidado y esfuerzo que se requieren, bien sea para restaurar o preservar una moto en su estado original y que además sea completamente funcional a pesar de los años. Y no estamos hablando de unos pocos años, como mínimo debe tener 35 vueltas al sol para considerarse antigua o 50 si se quiere aspirar a la clasificación de clásica, obviamente cumpliendo algunos requisitos.
Desde temprano comenzaron a llegar las candidatas a la placa azul. En primer plano se observa una hermosa Suzuki DS 80 y tras ella dos impecables TR 125.
Precisamente para eso se dieron cita hace poco en la sede de la Fundación Museo del Transporte de Medellín, los propietarios de un pequeño número de motos, aspirantes a recibir la deseada placa azul, ese día sus motos serían inspeccionadas y evaluadas por peritos expertos en esta materia que pertenecen al Automóvil Club de Colombia (ACC) y que están avalados por el Ministerio de Transporte para tal tarea.
Como dato interesante les podemos contar que actualmente en Antioquia se encuentra el mayor número de motos con placa azul de todo el país, con 103 en total, a las que posiblemente se sumarán pronto algunas más de las que vimos ese día, que gracias a su impecable estado de conservación podrán llevar en un futuro la tan anhelada placa azul.
A la cita acudieron varias Yamaha XT 500 de finales de los 70 y comienzos de los 80 a las cuales se sumaron algunas Calibmatic 175 para deleite de los presentes y un par de hermosas Suzuki TR 125 que parecían como acabadas de salir de la vitrina, junto a una “joyita” de esta misma marca que en su tiempo fue el deleite de algunos y el deseo de muchos, la DS 80, también conocida como “la pitufa” o “pinina”, que además fuera protagonista en circuitos de velocidad de todo el país. Vimos también una impecable Kawasaki Koyote 175, una Honda XL 250L y una imponente XL 500 Pro-Link luciendo como nueva. Por último se sumaron al grupo tres alemanas de BMW, dos R 80 GS que traen a la memoria los inicios del Dakar y una R 50 que está en camino a cumplir los 70 años y era la más veterana del grupo y la única aspirante a clásica.
No supimos cuantas de las candidatas lograron la puntuación necesaria para obtener su “diploma” en forma de una exclusiva placa azul y blanca, pero más importante que eso es saber que estas piezas de la historia en dos ruedas se están cuidando, preservando, valorando y reconociendo como se lo merecen, para el disfrute tanto de quienes las recordamos como de las nuevas generaciones y las que vendrán. DM