La capacidad de una moto para desenvolverse en las circunstancias más diversas es en muchos casos el mejor de los argumentos para sus usuarios, ¿una moto que hace de todo? la XR 250 Tornado está muy cerca de ser la respuesta a esta pregunta.
Nota: este artículo sobre la Tornado XR 250 fue publicado originalmente en la edición impresa #79, en el mes de marzo de 2008. Hoy compartimos este material de nuestro archivo, con todos ustedes
Llega el fin de semana, libre de toda responsabilidad y sin compromisos pendientes, ¿qué hacer con tanto tiempo libre?, entonces volteas al garaje y encuentras el mejor de los planes que se te pudieran presentar, salir a cualquier parte, sin ruta determinada y abierto a todo lo que pueda suceder, qué importa si el camino se pone feo o si el asfalto se termina definitivamente, no hay razones para preocuparse; esa es la ventaja cuando se cuenta con una moto como la Honda Tornado, hacía tiempo que esperábamos la llegada de una máquina, que como ella, esté siempre disponible para llevarnos a cualquier parte y por cualquier camino.
No importa el camino, la Tornado XR 250 brinda diversión en cualquier lugar
Por la senda
Unos metros más arriba de donde vivo hay un camino más bien solitario, que atraviesa los cerros occidentales que custodian el Valle de Aburrá y que unen algunos pequeños municipios cercanos, es una vereda custodiada por bosques nativos frondosos, pocas personas la conocen y es una delicia para los amantes del paisajismo y las excursiones campestres. Desde hace tiempo tenía ganas de meterme por ahí y recorrer esas hermosas montañas, sin embargo hasta ahora no había tenido la manera de aventurarme por allí.
El día que recibí la Tornado XR 250 había empezado cargado de tareas y diligencias, rodando en medio del tráfico de un punto a otro la Honda no hacía más que regalarme buenas sensaciones en cada kilómetro, se sentía suave, agradable, muy ajustada y además con ese aire de superioridad con el que la XR 250 parece mirar por encima del hombro a las demás motocicletas y a los enlatados apeñuscados, gracias a su considerable altura y a su excelente maniobrabilidad que le permite pasar por encima de casi todos los espejos y escurrirse por pasos bastante estrechos en los que incluso a motos más pequeñas les costaría trabajo pasar.
La Tornado XR 250 se comporta muy bien en todos los terrenos y cuenta con suficiente motor para moverse a muy buen ritmo en solitario o acompañados.
Pero por mucho que estuviera disfrutando con ella en las calles, cada vez que me detenía y tenía un momento para contemplarla era inevitable tener esa sensación de que estaba perdiendo una oportunidad irrepetible, ¿si esta es una doble propósito por qué no estaba aprovechándola como corresponde? Lo que siguió fue como si ella marcara el camino, en un momento me encontré tomando rumbo a la vereda de la que les hablaba antes, pero no sin antes tener la oportunidad de ver una primera muestra de lo que esta moto es capaz de hacer: en el trayecto, ya en las afueras de la ciudad nos encontramos con una extensa fila de carros detenidos, esperando al parecer que despejaran la vía por causa de un accidente, sin embargo la razón de semejante congestión no era debida a ninguna colisión, sino a un deslizamiento proveniente de una cantera que linda con el camino, nadie pasaba, todos se limitaban a esperar a que la excavadora sacara de la vía la tierra que se había venido abajo y que por las fuertes lluvias de ese día parecía una piscina de lodo, todos esperaban menos la Tornado que pasó con el barro llegándole casi hasta los tabacos y ante la mirada, mitad envidia, mitad sorpresa, de las personas que llevaban más de una hora esperando que se reabriera el paso. Con ese abrebocas entre los labios seguimos ascendiendo por la montaña dejando cada vez más atrás la zona occidental de Medellín, unos kilómetros más adelante y ya con la ciudad casi perdida bajo unas densas nubes grises, nos enfrentamos al primer gran reto de la tarde, una pendiente considerablemente inclinada y retorcida llena de piedras grandes y sueltas, sin embargo la aprehensión que durante un instante llegué a sentir al inicio pronto dio paso a una gran diversión al comprobar la facilidad con la que la Tornado XR 250 encaraba y sorteaba las trampas que ponían las piedras. El motor es el principal responsable de esta capacidad para desenvolverse en caminos bastante malos, aunque para ser justos, hay que decir que en conjunto, toda la moto consigue un desempeño notable en circunstancias difíciles como las que supone un camino como este, solo la relación de la caja parece ser algo inadecuada para un uso “endurero” extremo pues a pesar del impecable funcionamiento y suavidad de la transmisión de seis velocidades, la relación es más apta para moverse a buena velocidad, que para afrontar trochas complicadas. Sin embargo, el motor con sus casi 24 caballos contrarresta con creces este detalle, permitiendo aventurarse por vías a las que muchas otras doble propósito no podrían siquiera arrimarse. Una vez superada la parte inicial de la cuesta, que resultó ser también la más complicada, lo que siguió fue un deleite, tanto por la belleza de los paisajes como por el gran desempeño de la Tornado que siguió devorando cuanto obstáculo se le presentara, ya fueran pasos de barro, quebradas de agua cristalina que a cada rato atravesaban el camino o algunos troncos en medio de la vía.
La Tornado XR 250 brinda mucha confianza en este tipo de caminos e incita a apretar cada vez más el ritmo, en algunos tramos había espacio para acelerar a fondo el monocilíndrico de doble árbol de levas y cuatro válvulas, que se desboca con ímpetu cada que se gira el puño derecho, solo el recordatorio que de vez en cuando daban las llantas anunciando que iban casi al límite de su agarre, nos hacía un llamado a la cordura y a controlar las ganas de más adrenalina, porque el resto de la moto se sentía como si fuera por la mejor carretera de asfalto: las suspensiones, una horquilla delantera de 245mm de recorrido y un sistema Pro Link posterior, graduable en precarga, tienen un desempeño soberbio que garantiza pleno contacto del caucho con el suelo en toda circunstancia, al tiempo que aíslan al conductor de las irregularidades del camino, el freno de disco delantero es muy potente y dosificable a la vez, mientras que el sistema de campana posterior cumple un excelente papel como complemento para las situaciones más apuradas, lo que permite tanto a pilotos novatos como expertos mantener un mayor control sobre la moto, aspecto en el que el ancho manubrio contribuye bastante y si sumamos a esto el reducido peso de la moto y la ya mencionada respuesta del propulsor, tenemos una máquina sencilla de maniobrar, segura, confortable y muy divertida, solo la ausencia de un protector más robusto para los bajos del motor y la limitación de las llantas para desenvolverse mejor por caminos de tierra (por su concepción doble propósito) limitan un poco la diversión fuera del asfalto.
Esta excursión improvisada fue el cierre perfecto y atípico para un día que se presagiaba tan rutinario como los demás, pero aún quedaban más días para seguir disfrutando de esta máquina y luego de haber tenido la oportunidad de comprobar sus virtudes en destapado, hacía falta ver qué tanto de todo esto tan bueno se transmitía a la hora de rodar por carreteras asfaltadas, por supuesto, luego de haber invertido buena parte del tiempo con la Tornado rodando entre las calles de la ciudad, cabía esperar cosas muy prometedoras para las excursiones que habrían de venir.
El monocilíndrico que proviene de la XR 250R de enduro, tiene todo lo que se espera de una moto actual, como doble eje de levas y cuatro válvulas, de ahí su buen rendimiento.
Una de las buenas cosas de la gran mayoría de carreteras colombianas es que sin importar cuántas veces las hayas transitado siempre se obtiene un gran placer al rodar por ellas, y sin importar qué tan lejos vayas, vuelves a casa con un gesto de satisfacción y complacencia inevitable. Más aún cuando vas a los mandos de una buena máquina como la Honda Tornado, que si bien no es una moto perfecta, cumple cabalmente con su enfoque doble propósito y es capaz de regalarte muy buenas sensaciones ya sea que vayas solo o acompañado, como pudimos comprobar durante las varias salidas que realizamos en los días que estuvo en nuestras manos.
En la Tornado XR 250 ambas suspensiones cumplen a cabalidad su función, tanto en asfalto como fuera de él. Se destaca el basculante en aluminio
El motor sigue siendo el indiscutible y gran protagonista de la XR 250, este propulsor de 249cc, refrigerado por aire y aceite, entrega un torque de 2.42kgm a 6.000rpm y una potencia de 23.3hp a 7.500rpm, cuenta con todos los argumentos necesarios para proporcionar una respuesta eficiente, consiguiendo incluso que se te olvide casi por completo el lastre que acarrea la relación plana de la caja (detalle apenas perceptible al rodar en pareja). En la marcha, con esta Honda es posible alargar considerablemente cada uno de los cambios (una ventaja por ejemplo al rodar entre las congestiones citadinas) obteniendo así el mayor rendimiento del propulsor en cada marcha, su aceleración no es proverbial, pero sí es firme y en un lapso relativamente corto ya va en cuarta velocidad rondando los 100km/h, en quinta alcanza casi su tope de velocidad, que está por encima de los 130km/h y la sexta casi ni se usa, adicionalmente en los pisos térmicos altos, a pesar de estar alimentada por un carburador, conserva su buen rendimiento. Las suspensiones por su parte, tan suaves y eficaces para transitar en pisos irregulares, cumplen una tarea sobresaliente en las vías asfaltadas, conservando el mismo gran confort de marcha, aislando a los ocupantes de las irregularidades del camino, al tiempo que (en unión con el chasis) proporcionan suficiente rigidez en el paso por las curvas de modo que cuenta con un paso estable y firme aun en inclinaciones fuertes, de hecho la idea de un manejo deportivo con esta enduro no resulta tan descabellada como podría parecer en principio por su considerable altura y enfoque todo terreno.
Nota aparte merece su capacidad de iluminación, los viajes nocturnos no son uno de sus fuertes pues a pesar de la potencia de su bombillo halógeno, el haz de luz tiene mucha profundidad pero poca amplitud, de modo que al momento de tomar las curvas se producen peligrosos parches ciegos en los vértices, así que si nos coge la noche, es mejor continuar el camino pero con mucha más prudencia. Otro detalle a tener en cuenta para los viajes largos es su autonomía, el depósito tiene unos tres galones de capacidad de los cuales uno es de reserva y de acuerdo al promedio de 90km/g que nos dio durante la prueba, puede rodar unos 180 km hasta que obliga a girar el grifo del combustible.
El tablero digital es uno de sus puntos fuertes, muy completo, con interesantes funciones e impecablemente presentado
Look y estilo
La Tornado XR 250 no solo se mueve bien y es una delicia, sino que además cuenta con un nivel de acabados y presentación a la altura de motos de mucha mayor cilindrada, lejos han quedado los tiempos en que las motos doble propósito de media cilindrada debían ser necesariamente espartanas en sus acabados, Honda ha sabido dar a la XR250 el aire de familia de sus modelos de off road más agresivos y reconocidos en las pistas del mundo, consiguiendo una apariencia moderna, muy llamativa y deportiva, llena de buenos acabados y detalles dignos de lo que cabe esperar en las motos de la marca del ala dorada. El tablero es uno de sus argumentos fuertes en este apartado, más allá, por supuesto del efecto imponente que consigue su estilizada figura y su altura (algo que también puede ser un punto en contra para las personas bajas de estatura), el display digital de fácil lectura a cualquier hora del día, contiene una buena información que incluye además de dos contadores parciales y el odómetro total, un reloj horario, un cronómetro y el velocímetro, se hecha en falta la ausencia del tacómetro y del indicador de combustible, implementos que facilitarían mucho más la marcha. El motor juega también un importante papel en el resultado estético de la Tornado, capturando buena parte de las miradas por su aspecto moderno y compacto.
El diseño frontal logra diferenciarla y el resultado es muy bueno en cuanto al diseño, lástima que las luces se queden algo cortas en la noche
Ficha Técnica
Motor : 1 cilindro, 4T, DOHC 4 válvulas, refrigerado por aire y aceite
Cilindrada : 249c.c
Rel. compresión : 9,3 : 1
Torque Max. : 2,428 kg-m a 6.000 rpm
Potencia Max. : 23,3 hp a 7.500 rpm
Alimentación : Carburador
Caja/Embrague : 6 velocidades / Multidisco en aceite
Susp. Del. : Telescópica hidráulica
Susp. Tra. : Monoamortiguador Pro-Link
Freno Del. : Disco 240 mm
Freno Tra. : Tambor
Peso seco : 134 kg.
Capacidad Tanque : 3 galones
Precio : $11.950.000 (año 2008 fecha de esta prueba)
¡Y el GPS!
Bien podría decirse que este es el único adminículo que le hace falta a esta moto para salir a recorrer libremente cualquier camino sin miedo a extraviarnos por ahí, la Tornado se presenta como una de las más interesantes propuestas actuales del mercado, sencilla de manejar, divertida y potente, cómoda con o sin parrillero y en salidas largas y cortas, incluso el asiento es un poco más cómodo para el segundo a bordo, más amplio y suave, aunque la posición ligeramente adelantada de las asas laterales impiden una buena sujeción para afrontar los empujones de una arrancada por ejemplo, a menos claro, que lleve sus brazos alrededor de la cintura de quien maneja. Pero en general es una moto que se deja disfrutar en cualquier circunstancia y sobre cualquier tipo de terreno, no es la mejor ni la más extrema en ningún aspecto en particular pero tiene la enorme y magnífica capacidad de permitirnos la posibilidad de gozar tanto en el asfalto como fuera de él, sin necesidad de enfundarnos un costoso uniforme de competencia ni cambiar las llantas. ¡Dichosas sean las motos que como ella nos dan la libertad de ir a donde se nos antoje!