Este artículo se publicó originalmente en septiembre del 2011, en nuestra revista impresa número 107. Hoy queremos traerlo de vuelta, para que los lectores de nuestro sitio web, puedan disfrutar con el archivo De Motos. Esta es la historia de John y su Britten V1000.
John Britten se describía a sí mismo como “un violinista que nunca fue maestro, pero que se fabricó su propio Stradivarius”. Excelente manera de resumir la vida de uno de los fabricantes de motos artesanales más extraordinarios de la historia y que se convirtió en leyenda, tanto por su ingenio, como por la ubicación de sus instalaciones.
John Kenton Britten nació en Christchurch, Nueva Zelanda en agosto de 1950. A los trece años ya mostraba su habilidad mecánica reparando, con un amigo, una vieja Indian que se encontraron abandonada, después de terminar el colegio obtuvo su título de ingeniero mecánico y su primer trabajo fue como dibujante, donde aprendió mucho sobre diseño de moldes, metalurgia, patrones y demás habilidades de ingeniería que aplicaría después en sus propias creaciones.
Sin embargo sus inicios no siempre fueron en el mundo de las motos, trabajó primero para ingenieros de carreteras y luego como diseñador de maquinaria pesada, todas estas experiencias finalmente lo llevaron a convertirse en un artista del vidrio y a diseñar el mismo los hornos para trabajar este material, a partir de esto creó su propia empresa, que después vendió para dedicarse al diseño de edificios, oficio con el cual terminó de establecerse económicamente.
Siempre fue un entusiasta de las motos, en sus inicios intentó ser piloto a los mandos de varias Ducati, marca que se robaba su corazón y en 1986 modificó la primera de ellas con un carenaje diseñado por el mismo, moto que bautizó simplemente como Britten 1000, la moto dio resultados pero John seguía descontento con el chasis, así que se dio a la tarea de fabricar su propio chasis y la moto mejoró a tal punto su desempeño que el motor no dio la talla, intentó con otro motor y tampoco lleno sus expectativas, ante lo que se propuso fabricar desde cero una moto de carreras según las necesidades que su propia experiencia le había demostrado.
Las ganas de ganar carreras pusieron al Ingeniero y artesano del vidrio John Britten en la senda de fabricar una de las motos más eficientes y rápidas de la historia del motociclismo mundial y en realidad eran más las ganas que otra cosa, el garaje en el patio trasero de su propia casa fue testigo de sus hazañas de ingeniería, allí construyó desde cero su obra maestra, la Britten V1000 de 1991. Moto que fue y sigue siendo considerada como una de las más revolucionarias e innovadoras que se hayan fabricado en todo el mundo.
La Britten V1000 y su creador
John diseñó la moto sin un chasis como tal, para ello decidió que las culatas serían sobredimensionadas para soportar una pieza en fibra de carbono que soportaría la dirección, el tanque, el asiento y la cola de la moto. Por su parte el motor sería un V2 de 999cc, con los cilindros dispuestos a 60º, con inyección electrónica, dos inyectores por cilindro y toberas de admisión hechas a mano en fibra de carbono por el mismo John. El propulsor, cuyas piezas también fueron fundidas por Britten en su garaje, sería además el soporte central de toda la estructura de la moto, tan solo la caja, los pistones y las bielas provinieron de otros motores o fueron mandados a fabricar por encargo.
Las cifras de la V1000 eran sorprendentes en 1991 y lo siguen siendo aún hoy en día, el inusual motor con una configuración de carrera larga era capaz de entregar 166 caballos a 11.800rpm y toda la moto pesaba apenas 145kg.
Sorprendentemente la suspensión trasera de la V1000 se ubica delante del motor y es accionada por unas bieletas que pasan por debajo de este, el objetivo de Britten era evitar el calentamiento extra del amortiguador que se genera al estar detrás del propulsor, como es habitual en todas las motos. Para la suspensión delantera Britten utilizó un sistema de suspensión tipo Hossack que por medio de dos grandes trapecios de carbono acciona un amortiguador central escondido detrás de la cúpula de la moto y que permite desligar la dirección de la suspensión directamente.
La moto en general es tan estrecha como su misma llanta trasera, solo el carenaje la engrosa en su parte superior para cubrir bien al piloto y poder llevar aire fresco desde el frontal, por medio de unos conductos internos, hasta el radiador ubicado bajo la silla, además de concederle unas formas un poco extrañas a todo el conjunto. El “body” de la moto fue hecho a mano por John, empezando a darle forma con alambre para terminar con la fibra de vidrio y con esa pintura que le valdría el apodo de “el trueno azul y rosa”.
Unos pocos amigos se sumaron a la aventura de llevar una moto artesanal a correr a Daytona, en su primera aparición en 1991 donde correría en la categoría denominada Battle of the Twins (BOTT) “la batalla de las bicilíndricas”, la Britten arrancó en la posición 16 con Andrew Stroud como piloto, pero una falla en una bobina de encendido no le permitió terminar la carrera cuando llevaba la delantera. Gracias a la persistencia de John la moto volvió al año siguiente y se coronó campeona del BOTT en Daytona, dándose además el lujo de sobrepasar en una rueda al puntero, siendo uno de los adelantamientos más memorables que se hayan visto en este mítico trazado.
En 1994 Las Britten hicieron el 1-2 en el campeonato Neozelandés de Superbike, con Jason McEwen en lo más alto del podio y participaron en la Isla de Man (IoMTT) de la mano del preparador italiano Roberto Crepaldi, dueño de la firma CR&S. Para esta ocasión las V1000 se pintaron de negro y amarillo, fatídicamente uno de los pilotos, Mark Farmer, se accidentaba en los entrenamientos perdiendo la vida. Inicialmente le atribuyeron el hecho a los rines de fibra de carbono construidos por Britten, lo cual fue desmentido luego, al comprobarse que había sido un error del propio piloto al ser catapultado por encima de la moto en un “high side”. Sin embargo otra Britten tomó parte en la carrera, esta vez con McEwen como reemplazo pero no se clasificó debido a la lluvia. Como dato puntual queda que las Britten fueron cronometradas ese año en la isla a más de 300 kilómetros por hora.
Esta es la Britten V1000
Otra gran cantidad de carreras disputaron las Britten V1000 logrando numerosos podios y victorias, demostrándole a las grandes marcas que para hacer una moto competitiva no se necesitan presupuestos millonarios, sino mucha pasión, un gran talento, una inmensa dosis de ingenio y las ganas de ganar carreras. Según algunos biógrafos, a John Britten poco le preocupaba lo que pasara con su recién creada empresa de motocicletas, el solo pensaba en la próxima carrera y en cómo ganarla.
La Britten V1000 fue el sueño de un apasionado que no tomo bases de nadie, solo creyó en sí mismo, en su intuición, en su persistencia, en el ensayo y error, hasta que logró fabricar con sus propias manos una moto de carreras de clase mundial que de no haber sido por la temprana muerte de su creador, muy seguramente otros vientos de diseño soplarían para las motos deportivas actuales.
Este personaje es considerado uno de los diseñadores más destacados de su país, recibió reconocimientos de muchas organizaciones, tanto en vida como después de su desaparición y hasta las grandes marcas se fijaron en él en algún momento gracias a la efectividad de su “trueno azul y rosa”.
Un sencillo garaje en el patio trasero de su casa, muchas horas robadas al sueño y a la familia y una inmensa pasión sumada a un ingenio como el de pocos hicieron de este hombre una leyenda, la leyenda del “Visionario del patio trasero”.
Datos de interés
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- Jhon Britten falleció el 5 de septiembre de 1995 a la edad de 45 años a causa de un cáncer de piel. Le sobreviven su esposa Kirsten y sus tres hijos.
- Actualmente algunas de sus motos se pueden ver en museos, como el que se encuentra en la pista de Barber en Alabama, Estados Unidos y son piezas de un valor incalculable.
- En Youtube.com se encuentran muchos videos sobre Britten y sus increíbles motos, también existe un documental de su vida llamado One man’s dream que se puede adquirir a través del sitio web: www.brittendvd.co.nz