Un fin de semana perfecto para el piloto de la marca alemana, en el World Superbike. Pole y triple victoria se conjugaron para tener a Toprak y BMW imparables en Misano.
Si bien el piloto turco tuvo algunos rivales que trataron de contenerlo, no fue suficiente para evitar su triplete en el circuito italiano.
Por segunda vez en el año, Toprak se quedó con la pole. Segundo fue el debutante en la categoría, Nicolo Bulega, quien ha demostrado tener un buen nivel y ser un rival para muchos veteranos en el SBK. Por su parte Remy Gardner completaba la terna, así tres marcas diferentes largaban desde la primera fila, con una BMW, la Ducati y la Yamaha.
Las condiciones de la pista en Misano fueron insoportables para muchos, por las altas temperaturas, llegando a superar los 45°C.
Al final de la primera carrera del fin de semana Toprak se quedaba con la victoria y los puntos suficientes para liderar la general por primera vez en el año. El turco compartió honores en el podio con Bulega y Bautista.
Según las palabras de los pilotos, las altas temperaturas en el asfalto hacía que el agarre de las llantas fuera muy bajo, pero por fortuna no hubo incidentes que lamentar.
Toprak y BMW imparables
Continuando con la buena racha del turco y los alemanes, se puede decir que la carrera corta contó con algunos cambios en los protagonistas de punta, con Toprak liderando, Bulega en segundo lugar y Alex Lowes (Kawasaki) tercero.
Así que Toprak estaba cada vez más cerca de su objetivo, ganar las tres carreras y en horas de la tarde, el piloto y su BMW lo lograron.
Para el cierre del fin de semana Toprak y BMW lo hicieron de nuevo, una carrera con Bulega tratando de llevarse una victoria en casa, pero el turco fue más fuerte y logró superar a su rival quedándose así nuevamente con el primer lugar. Esta vez como en la carrera del sábado la terna fue una BMW y dos Ducati. Bulega segundo y Bautista tercero.
Es muy satisfactorio haber visto a Danilo Petrucci de vuelta a las pistas tras el accidente que casi le cuesta la vida al piloto italiano, verlo en acción y más ser el mejor entre los pilotos privados, con un sexto lugar, fue muy gratificante.
Al final de la carrera Petrux contaba que el dolor en la espalda lo estaba haciendo vivir un infierno, por lo que con lágrimas en sus ojos aún no podía creer lo bien que había sido el domingo para él.